En uno de estos aguaceros le dijimos a nuestros sobrino “vamos a bailar bajo la lluvia”, por supuesto que empezó a llorar, pero cuando me vió haciéndolo, gritaba desde la puerta “yo quierooooo… yo quiero….” El más que nadie, sabe lo...
Les contamos que ya casito tenemos 3 meses de compartir con nuestro sobrino, ahora es todo un besucón, bailarín, hablantín y comelón. Tiene vínculos saludables no sólo con nosotros, sino con los abuelos “postizos”, con sus fisioterapeutas y con amigos...
Estamos eternamente agradecidos con el Tito que regaló la andadera, con una amiguita que pagó el mes de terapia de Mayo y con un ángel que ha estado detrás de nosotros tanto emocionalmente como económicamente (La Señora, como le llama nuestro sobrino)
¿Pueden creer que ya nuestro sobrino tiene 2 meses de estar con nosotros? ¡Dios es bueno! Dos meses de milagros. El tiempo no nos sobra, pero reflexionamos mucho y filosofamos de la vida, nuestro sobrino nos lleva a ese tipo de “meditación” constante....